miércoles, 22 de agosto de 2012

Un nuevo amanecer

Mejor me quedaré aquí sentado, dejando que los sueños sigan su curso sin rumbo
¿Para qué molestarlos? Si al fin de cuentas el mañana los seguirá manoseando
y reventándolos como quien estalla al reventar en un abismo.

El cielo ya no nos quiere, se nos cae a pedazos cada vez que nuestras almas chocan
y entre ellos se asoman lúgubres sombras que esconden sus rostros en un telar de tristes colores.
Tu sonrisa se desvanece y brillan tus ojos que contemplan la incertidumbre entre
 un niño desvalido y un hombre sentado que mira hacia el cielo para ver a los ángeles caer a la tierra.

El humo del cigarro impregna mi cuerpo y solo puedo echar cabeza atrás con una postura de indiferencia. Unos segundos y de mi boca emanan bocanadas como tentadoras siluetas que bailan a mi alrededor, ofreciendo lo que consideras impermisible y aterrador.
Esos vaivenes que tanto evitas por no desvestir tus deseos de viejos trapos que cubren
y opacan la belleza de tu interior.

Me emborracho de tu indiferencia y río junto al llanto.
La luna ya se hastió de la misma historia y aleja su resplandor para encantar a otros.
Quedan las estrellas tranquilas y serenas cantando una solemne marcha fúnebre,
después de todo, el arcano ya te sembró patas arriba.

Y ahora solo suenan las melodías del sol y el viento, todo sigue su propio curso.
Mientras los ángeles en el suelo juegan como niños a enamorarse,
sonrío a un nuevo amanecer.



Y ahí está, después de más de dos años un intento de retomar las buenas letras (las otras me agobian de vez en cuando).



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martes, 17 de julio de 2012

domingo, 26 de febrero de 2012

Retomando..

Tras leer y reflexionar un poco, pareciera ser que las cosas vuelven a esclarecerse paulatinamente. Ideas van y vienen, sentimientos que se agrandan y encogen, vacilando entre la pasión arriesgada y la seguridad emocional. Me cuesta retomar una línea, tengo algo dentro que mantiene mi mente inquieta y me bloquea a ratos. Quizás es miedo, quizás indecisión, aunque creo es pereza y falta de disciplina en mis centros emocional e intelectual.

El drama, el llanto, esa estúpida condición psicológica que tanto me costó dominar quiere volver a hacer de las suyas. Creo que todo el cansancio acumulado y la multiplicidad de cosas que tuve que hacer me dejaron desprevenido, pero no tengo intenciones ni ganas de volver atrás.

Es curioso seguir planteándome todo esto, siendo que ya tuve una solución, aun así falta algo, una chispa, un poco de motivación para dar el primer paso y retomar una condición espiritual, emocional, creativa e intelectual más sana, y dejar que el flujo de energías no se detenga.

Además, debo reconfigurar otros aspectos de la vida cotidiana, que han sido los principales gatillantes de todo esto.

Hay muchas cosas que hay que transmutar, polarizar o despolarizar.



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viernes, 24 de febrero de 2012

Un intento...

1, 2, 3... no, espera... 1, 2, 3... pero huevón, espera... cresta

Aquí estoy, una vez más tras el teclado que me gusta, ese que deja dar rienda a suelta a cualquier cosa que desee escribir, pero ¡alto! no sé qué tema abordar ni tampoco creo que quisiera saberlo.

 El último tiempo, o más bien el último año, ha sido sin duda el más desastroso, la vida se me desparramó por todas partes, las ideas se fueron volando lejos, el corazón se me apretó y el tiempo no me quiso ver ni en pintura.

Probablemente, o quizás ciertamente, no tomé las decisiones más correctas.  Llené mi tiempo de ocupaciones sin tener la base que he tenido toda la vida, sin esa sólida roca donde se ha construido mi vida entera y me falló la noción de las cosas... que ingenuo...

 Duras lecciones: he aprendido lo que es perder, lo que es verdaderamente resistir y lo que es el verdadero cansancio, la angustia, la impotencia, la desesperación y esa incertidumbre que te nubla el futuro. Por suerte, la tormenta ya pasó y entre la pseudo calma que me agobia ahora lo mejor es trazar una estrategia que me permita ir a ritmo cierto y seguro.

 Extraño tantas cosas: la calma y paz mental, nutrir el espíritu, escribir a las 4 de la mañana mientras miras las estrellas en una tranquila y dulce noche. Cerrar los ojos y dibujar un universo prohibido, dejar que las cuerdas de una guitarra te cuenten sus más dulces secretos mientras te dejas llevar por su suave armonía.

 No puedo dejar que me convierta en roca, pero las circunstancias evitan que me mueva. Necesito "mover energía...", "desbloquear centros", debo intentar retomar mi vida y sanar... hay mucho por sanar...


 ... nada muy profundo, un intento de retomar la escritura =)


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viernes, 22 de octubre de 2010

¿Cómo enfrentar un miedo?

No vale la pena olvidar algo que te ha perseguido y aterrado, porque tarde o temprano vuelve a surgir. Estés cruzado de brazos sin hacer nada o puede ser como un relámpago que cruza tu mente en cualquier momento. Sin saberlo no hemos sido capaces de eliminar este miedo.

Miedo a la agresión, a la violencia, miedo a ser agredido, a no poder defenderse, me inmoviliza, me restringe, limita mi vida, me siento incapaz, débil, cobarde.

Un miedo que no ha querido ser desterrado. ¿Cómo avanzar? no quiero que este sentimiento tan atroz me limite, quiero salir, poder gozar tranquilo de todo lo que esta cultura me pueda ofrecer, disfrutar sin preocupaciones de que este miedo me vuelva a invadir jamás.

¿Cómo ser valiente y enfrentar la ignorancia y poco razonamiento de golpes, de odio, de violencia? Es algo que en estos momentos de verdad ansío.

No te reconocí sino hasta un par de meses, oculto en las sombras de mi subconsciente, esperaste el momento oportuno para salir, crecer y domar mi imaginación, volviste a presentarte en cada momento posible, trayendo golpes a la memoria y una autodesvalorización. Creciste más de lo que pude haber imaginado y te incubaste como un parásito en mi cerebro, alimentándote de la mierda masiva, imágenes y recuerdos de aquel momento en que decidiste ganarme y vencer mi propia confianza, vencer mi valor y mi tranquilidad.

Ahora lo puedo decir, tengo miedo y, por lo mismo, ahora que lo sé, resulta imprescindible hacer algo contigo, deshacer tu horrible memoria inculcada en mi valentía que me encarcela en el ayer y no me permite botar estos lingotes que me mantienen preso. Borrarte, destruirte, trabajarte, transmutarte…

Estás en la mira y ya luego acabarás. Mi valentía conciente limpiará mis sueños y recuerdos de la escoria que has infundido, las transformará en bien, en la otra cara que juegas allá dentro.

Concentración, voluntad, deseo, una creación mental sobre la cual trabajar, que sea el cimiento de pureza y belleza, donde no se vuelva a albergar nada parecido a ti, ¡jamás! Luz que ilumine tu sucio andar por mi esencia, luz que brille tras cada sombra que has sembrado.

Tranquilidad, amor, paz y fe… confianza.

Es necesario que des media vuelta y te desvanezcas.
Es hora de que el amor reine.

Amén.

Aliviar las penas en la gracia y la belleza de escribir y desahogar mi mente, dejar que las palabras iluminen y destierren miedos. Tratar de dar riendas sueltas a la imaginación y comunicar al mundo con sutil delicadeza aquello que me acongoja.
Nada es para siempre y este sentimiento de miedo debe ser desterrado, transformado… ¡debe ser transmutado!

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lunes, 7 de junio de 2010

Saturnine - The gathering

Un concierto inolvidable, The Gathering en Chile 2007. Este tema es uno de mis favoritos y orgulloso de haberlo coreado con toda esa audiencia aquella vez. =)


miércoles, 17 de marzo de 2010

Navegante




Desde un puerto sin nombre ni ubicación, zarpa sin rumbo ni razón en un bote de frágil carcasa para conocer y crecer, para descubrir y aprender.

De noche la luna alumbra un sendero sin destino ni dirección, son tan sólo las leves olas quienes dirigen su embarcación. Unas tras otras, fuertes y lentas; suaves y rápidas. Las estrellas hacen de su oscuro espejo un océano donde un mundo habrá de enfrentar.

Una tierra fértil y abundante deja atrás, con miedos y amenazas, él sabe que hay algo más. Las preconcepciones inculcadas no fueron suficientes para estructurar un mundo que, como un manto oscuro, impide traslucir la luz y verdad que ansía.

La luna se abraza de nubes, las estrellas se envuelven en un manto gris, las incontables olas cesan, un telón suave cubre sus ojos. Sentado en la cubierta, sopesa su navegación, nada parece estar muy claro, duda sobre su decisión. Sumiso y absorto en su mente, cree divisar una luz entre tanto espesor, a lo lejos se puede ver un resplandor.

Calurosas tardes llenas de entretención, juegos y diversión, todo se siente bien, feliz de vivir. Aquellas tierras solían ser un paraíso digno de ser vivido, mas de vez en cuando por un vacío era invadido, un sentimiento de desadaptación e inhibición. Un sentimiento sin causa invadía su cuerpo, nostalgia, destierro, a pesar de verse querido, algo le hacía sentir desapego. Tras un largo día de felicidad, caía la noche y en soledad llora, llora por una melancolía, un vacío que aniquila su pecho, angustia que acarrea sin saber por qué, un amor que algún día debe dejar de existir. Un pensamiento de origen inexplicable, un amor comprobado que añora antes de perder.


Abre los ojos, las estrellas han vuelto a su vanidad, la luna con un brillo sin igual, el agua permanece quieta, la tierna oscuridad de la noche abraza su lucidez, la tempestad está serena. Lentamente, navega, cauto, deseoso de encontrar un resplandor de sabiduría y verdad… de belleza.

Tras horas de calma, una agradable brisa comienza a soplar, lenta y cuidadosa, tierna... cariñosa. Su rostro levemente se humedece mientas contempla el cielo con alegría, al parecer, provocada por dicho viento.

Todo marchaba satisfactoriamente. Con el paso de los años se aprendía mucho y se olvidaba otro tanto. Lo más importante era ser responsable, cumplir con los deberes y hacer las cosas bien, de lo contrario, no hacerlas. Era la forma de vivir, no habían pretextos sólo nociones preconcebidas, buenas o malas, verdaderas o falsas, ¡qué importaba! así era el mundo y no había más vuelta que darle. Fuera de eso el premio era la recreación intelectual o física... aunque más intelectual que física, dando paso a un mundo apartado de la banalidad social y, a veces, hasta familiar, tratando de comprender preguntas que otros responderían al cabo de pensar un rato sin entenderlas, sembrando curiosidad ante cosas que los demás daban por hecho, creando una puerta que de a poco iría abriendo hacia un mundo del que no muchos hablaban.

De pronto aquellas tiernas gotas y suave brisa entraron en furor, la nave se estremece, entra en pavor. Sin dejarse llevar por aquel estruendo, ajusta las velas para no perder la dirección, el viento es cada vez más fuerte. Entre relámpagos y aguaceros logra navegar de forma angustiante y tambaleante.

Muchos conceptos se volvieron incomprensibles y algunos hasta absurdos, cómo no si con el tiempo daba cuenta de cómo giraba el mundo y comenzaba a cuestionar y tratar de comprender. Busca respuestas y soluciones, a veces, sin siquiera quererlas. Destronar tradiciones, derrumbar paradigmas que erguían sobre ellos un mundo infundando en miedo. Era como si de pronto todo fuese falso, aquel mundo de colores y su infame armonía, muchas cosas ya no encajaban a la perfección, había algo dentro, algo que tenía que conocer y comprender. Una luz de verdad y plenitud de conciencia que golpeaba aquella puerta que de a poco se erigió en su mente, a lo cual respondió en él un íntimo deseo que respetaría y que nadie opacaría.

Su rostro empapado de lágrimas de cielo y mar, se esfuerza por poder navegar, fiel a su instinto, no se rendirá, ante la perseverancia y dedicación nunca supo renunciar. De entre tanto aguacero una potente llama explota al reventar un rayo en su proa, las cosas empeoran, es un infierno donde ha de estar. Las esperanzas se enajenan a la distancia.

Y ahí estaban… las piedras con las que siempre tropezamos, quiera uno o no están ahí para acariciar la punta de tus pies. El porrazo duele, cómo no si aparecen cuando menos lo esperas, cuando todo está bien y derepente... de hocico al suelo. Unas dolieron más que otras, claro está, pero más que el porrazo, lo que fastidia y te arruina es saber que estás de bruces en el suelo, muchas veces sabiendo que sería bueno cogerse a la piedra y llevarla en el bolsillo, dándote un poco de seguridad en el camino y sabiendo que al tener una las demás no se arriesgarán a tocarte. Pero ahí te quedas, cierras las persianas al mundo y te pones a pensar en la maldita piedra. Siempre volviendo a ponerse de pie... de que cuesta, cuesta, pero a porrazos se aprende y la lección es buena.

La poca parte que resta de la barcaza naufraga en un remolino, ¿se habrá dado por vencido? Ya nada más queda enfrentar y adentrarse al único destino que ante él se abre, las acogedoras penumbras del océano, el abrazo de la triste y fría soledad que aguarda donde todos temen ir, donde todos temen morir. La embarcación reducida a simples maderas se desvanece en lo desconocido, se siente totalmente rendido. Se zambulle en la serena y eterna oscuridad, el miedo que invade su cuerpo por fin ha logrado dominar.

Unas fuerzas incontenibles de gritar me sofocan, es una energía que transforma mi voz en un poderoso trueno, pero sigo aquí tendido en la nada, aún existo, pese a que todo se ha desvanecido sigo conciente, vivo aquí en mi conciencia. Aunque nada hay a mi alrededor existe un espacio que puedo abarcar de forma infinita, ¿qué significa todo esto?... no lo sé. No siento nada, el miedo se ha ido, el tiempo, la angustia, vivo suspendido en este eterno y oscuro vacío, puedo volar, puedo caer, ya no soy un cuerpo. Es como un renacer... libre, sin amarras e ideas que yo no inventé, libre ante la vergüenza que la humanidad tiene de sí misma, sin cadenas ni sentimientos auto impuestos, sin cadenas que me aten al cuento que todos gustan de comprar. Siento el universo, millones de constelaciones explotando dentro de mí, vienen y llenan mi alma de fuerzas que con afabilidad y agradecimiento recibo. Mi conciencia se expande hacia la infinidad y, a la vez, puedo ser parte de ella, recorrer cada memoria, cada sentimiento que guarda mi niño interior. Lo veo llorar, sufrir, rendido, acabado sin entregarse a un cambio, una solución... decido ayudarlo. Juntos recorremos pasajes de la vida, de la mano, paseamos por los momentos más dulces y los más amargos... comprendemos los instantes, entendemos a nuestro dios interior, nos valoramos mutuamente y en vez de borrar o destruir, decidimos cambiar, ceder ante la tentación de forma novedosa, utilizando aquellas energías devastadas para crear en armonía. Rompemos límites con sutil belleza, se alegra, se recompone. Inventamos poemas, pintamos, jugamos con recuerdos y nociones que ya no harán de su angustia una prisión eterna, su ego ya no tiene fronteras pues se ha unido a dios y al universo, ¡¡libres al fin!!... luego lo observo y ya ha madurado, juntos nos fundimos en un abrazo, somos uno solo, una sola alma que navega en la inmensa conciencia del universo, en el pasado, el presente y el futuro, una sola alma junto al Todo, a lo que fue, es y será. Plenitud y calma recaen sobre mí, he encontrado aquello tan anhelado, aquel deseo incomprensiblemente frustrado se ha ido.

Un paseo por las estrellas, un viaje sobre un cometa, nadando entre las nebulosas, acariciando la ínfima paz y perfección, admirando los más sutiles detalles de la hermosa creación…

De pronto aparece una puerta ante mí la abro y un resplandor me ilumina por completo... me deja completamente encandilado... es el rostro de los dioses, la belleza última... la maravillosa verdad...

Abre los ojos y se halla tendido a la orilla de una playa, el sol brilla sobre él, se recompone para mirar al su alrededor, todo parecer estar donde debe estar, la angustia se ha ido y en plena armonía… nada mejor que un paisaje familiar.

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Inspirado por Jodo

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